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POR QUÉ APRENDER SOBRE NUTRICIÓN Y ACTIVIDAD FÍSICA EN EDAD ESCOLAR Y EN LOS TIEMPOS ACTUALES

La nutrición hoy día se ha convertido en algo primordial, nos hemos dado cuenta de que la salud depende principalmente de nuestra alimentación, resulta ser la base para sentirnos bien, prevenir enfermedades y sobre todo el sobrepeso y obesidad, a medida que vamos avanzando en tiempo ha ido en aumento, con un 54% de la población desde pre kínder a primero medio en esta condición según Mapa nutricional JUNAEB año 2020. Esto hace poner más atención, si bien las complicaciones se pueden manifestar en etapa adulta, los escolares también pueden desarrollar resistencia a la insulina, dislipidemia, diabetes, alteraciones respiratorias, problemas físicos, y además estados psicológicos como trastorno de la conducta alimentaria, o cambios en su estructura mental. Es por esto que se van generando necesidades en el escolar, que permiten crear herramientas para la modificación de hábitos alimentarios y que la actividad física sea parte de la rutina diaria, sobre todo durante esta etapa y así lograr cambios que sean permanentes en el tiempo. Considerando la problemática presente, el colegio juega un rol fundamental en la promoción de factores protectores en materia de hábitos alimentarios, por lo que resulta un campo de acción en la implementación de programas nutricionales. Según la OMS, la inactividad física es el cuarto factor de riesgo de muerte en todo el mundo. Se considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía. No son consideradas actividad física tareas sencillas como ir de compras, o caminar de manera casual, pues esto no aumenta el ritmo cardiaco. Dentro de los beneficios de la actividad física o deporte, se encuentran los siguientes:

· Aumento del gasto de energía

· Incrementa la esperanza de vida

· Fortalece la autoestima

· Ayuda a dormir mejor

· Fortalece los huesos y músculos

· Ayuda a mantener un peso adecuado

· Prevención de enfermedades cardiovasculares

· Prevención y tratamiento para el exceso de peso

La actividad física y la nutrición deben trabajar de manera conjunta para mejorar la salud y con ello la calidad de vida y así mantener un balance de energía donde necesitamos movernos más y alimentarnos conforme a nuestro gasto energético.

Natalia Cámara Molina

         Nutricionista

Un niño (a) con buena nutrición, tendrá menor posibilidad de sufrir a futuro, enfermedades crónicas no transmisibles. En contraparte, una mal nutrición en la infancia, puede ser perjudicial en su desarrollo físico y cognitivo, perjudicando el rendimiento escolar y su futura productividad en el trabajo. Por esta razón, es que se hace urgente la necesidad de entregar a niños y niñas en su primera etapa escolar, el conocimiento de una alimentación balanceada; es clave abordar la nutrición y el ejercicio físico a temprana edad. En cuanto a esto, la evidencia científica sugiere que, mientras más pronto comience el niño (a) a beneficiarse de programas de nutrición y ejercicio físico, mejor será su desarrollo integral a lo largo de su vida. Los índices de sobrepeso y obesidad infantil en Chile, son muy altos y esto se ha transformado en la otra gran pandemia de nuestros tiempos, que afecta no tan sólo a niños y niñas de nuestro país, sino también a niños y niñas de todo el mundo, y estos números han aumentado aún más, producto de la crisis sanitaria, por el aislamiento y encierro al que han estado sometidos. La Federación Mundial de Obesidad, indica que en Chile, habrá más de 774 mil niños y adolescentes obesos en los próximos diez años, lo que significa que 1 de cada 4 menores de 19 años, sufrirá esta condición. Ahora más que nunca es primordial y prioridad número uno, educar a los niños y niñas sobre nutrición, hábitos saludables y ejercicio físico.

           Michael Astudillo Tapia

 Profesor de Educación Física y Salud

Diplomado en Fisiología del Ejercicio

El sedentarismo y la obesidad en niños y adolescentes ya venía siendo un problema, ahora con la Pandemia es notorio clínicamente que ello ha aumentado, situaciones como ésta se transforman en problemas en la conducta alimentaria y de un paso se transforman en un trastorno como tal, por ello, es valioso entregarles información a los niños y adolescentes sobre aspectos nutricionales y la actividad física, porque estamos previniendo no solo enfermedades cardiovasculares, sino también enfermedades de la esfera de la Salud Mental. Uno de los derechos de los niños y niñas es a la salud y educación, enseñarles esto, de una manera que ellos lo puedan incorporar y replicar en su diario vivir, es brindarles la posibilidad de cambiar su futuro, partiendo con su presente.

         Carmita Peñaranda Lituma

Médica Psiquiatra Infanto Adolescente

Una de las principales razones para aprender nutrición y actividad física en edad escolar, es para contribuir a combatir la obesidad infantil, considerada como unos de los principales desafíos sanitarios en el mundo del siglo XXI. En nuestro país en los años 80 y 90, la obesidad infantil se cuadruplicó, llegando en la actualidad a cifras que superan el 30%. Si consideramos que la obesidad además de asociarse a enfermedades de desarrollo temprano, como, por ejemplo: cardio-metabólicas, renales , hepáticas, entre otras, que reducen considerablemente las expectativas de vida y el bienestar de las personas, también es de gran conocimiento, como la comunidad científica, ha desarrollado investigaciones que llegan a la relación del impacto de la obesidad y de los estilos de vida, sobre el funcionamiento cerebral, afectando estructuras cerebrales fundamentales , como lo son el aprendizaje, la memoria y control ejecutivo, siendo este último el con mayores repercusiones y efectos en el rendimiento académico, debido a que resulta esencial para lograr         un buen desempeño cognitivo y conductual en la sala de clases.

 María Soledad Meléndez Landaeta

Educadora Diferencial / Psicopedagoga

Poder ofrecer a los niños aprendizajes tempranos y significativos de autocuidado, es lo que cualquier padre y profesional en infancia buscaría, generar en ellos desde pequeños, hábitos saludables que marquen y acompañen su desarrollo evolutivo, es fundamental desde una mirada sanitaria, ya que si reflexionamos en los indicadores actuales de obesidad a nivel mundial y nacional, genera sin duda una alerta, frente a la cual, no todos están preparados para responder, ya sea por conocimientos, experiencias, acceso a la educación, factores socioeconómicos entre otros. La era tecnológica ha traído un sinfín de beneficios, pero así también consecuencias para grandes y chicos, el uso de tecnologías en la infancia ha generado un aumento en el sedentarismo, los juegos con pares ya no se llevan a cabo en calles o plazas, sino que han sido paulatinamente remplazados por los video juego online o en consolas, generando el paso de horas frente a una pantalla y en ocasiones interfiriendo incluso en el desempeño de hábitos como alimentación, higiene y sueño, actividades fundamentales para un adecuado desarrollo tanto físico, cognitivo como emocional y social. Pero estas consecuencias no son de conocimiento popular, sino hasta que ya son graves o evidentes, enfermedades o comorbilidades de la obesidad. Por lo tanto, usar la tecnología a nuestro favor es sin duda una necesidad urgente, por y para nuestros niños. Generar educación accesible, atractiva novedosa en torno a la nutrición y actividad física en edades tempranas, marcará sin duda el futuro de cada niño, teniendo a favor la plasticidad neuronal que está en su apogeo en edades tempranas, así como la capacidad de replicar aprendizajes significativos, podemos trabajar en crear una nueva generación de niños y jóvenes con conocimiento en autocuidado y por ende generaciones futuras saludables y con menos demanda sanitaria.

         Rocío Giménez Gallegos

          Terapeuta Ocupacional

Neurodesarrollo y Trastorno pediátrico de la alimentación

Los invito a visualizar la salud como un concepto integral, partiendo desde la psicología integrando todos sus factores, físicos, emocionales, espirituales, sociales y físicos. Esta armonía de factores, permiten que exista un equilibrio en el niño, un desarrollo sano, pleno. En este pasar hacia la salud integral, desde la alimentación saludable, la cual es inculcada en las clases de educación física,  y consejo de curso, aprendemos que el queso y el yogurt tienen calcio para nuestros huesos, las carnes magras, hierro para la sangre, la vitamina A para la visión, por lo cual, debemos ingerir zanahoria siempre. Este entender de una vida sana incluye todas las asignaturas y áreas de nuestro desarrollo cotidiano, es por ello que se realza el concepto que la salud escolar es tarea de todos. Estamos acostumbrados a tratar la enfermedad como un ente asilado de conexión con nuestra mente cuerpo, pero en definitiva todo funciona perfectamente conectado e interrelacionado. En la salud escolar, es lo mismo, este mismo sentido de salud es integral, cuando un niño goza de una adecuada salud mental es capaz de despegar al máximo sus potencialidades, su desarrollo. De forma arbitraria, si el niño no se desarrolla, afecta directamente sus capacidades de adaptación y aprendizaje; en esta misma línea es importante entender que la salud escolar es tarea de todos. Tarea desde la tía que atiende en el stand del colegio, de los pares, de los docentes, de su entorno cercano y como eje fundamentar para formar hábitos saludables ,su familia, ya que si el niño vivencia una discordancia entre lo que se le está enseñando en su hogar con algún mal hábito alimentario de otro miembro de la familia, existirá un no entender, una disonancia en el aprendizaje, un sentimiento de engaño, el cual hará que el niño tenga que realizar un esfuerzo para generar ideas y creencias nuevas para reducir la tensión. Es en nuestra familia, donde experimentamos nuestras primeras socializaciones, cada vez que nos sentamos a la mesa o al realizar alguna reunión familiar, debemos tener en cuenta que, es en la primera infancia la importancia de crear hábitos de alimentación saludables

Loreto Varas Ossio

        Psicóloga

Existe una gran cantidad de evidencia que muestra una relación directa entre salud, dieta y actividad física. Los primeros años son cruciales para construir patrones de comportamiento de salud positivos que puedan llevarse a la edad adulta. Muchas enfermedades contemporáneas como la obesidad, las enfermedades cardíacas y la diabetes, así como ciertos cánceres, están relacionadas con una mala nutrición y la falta de actividad física.

Liliana León Oliva

Profesora de Inglés

Sin duda alguna, la obesidad y el sobrepeso es una pandemia silenciosa que está afectando a nuestro país y a muchos otros, y que a pesar de los esfuerzos por detenerla, aún no se logra nada efectivo contra esta pandemia. Es por eso que es esencial inculcar educación nutricional y física a nuestros niños desde edades pequeñas para así crear conciencia y generar cambios significativos en ellos desde este punto de vista.

La actividad física es un elemento básico para controlar el peso, tanto para conseguir la pérdida inicial como para el mantenimiento de la pérdida de peso conseguida. Pero debe ser un elemento complementario a los cambios en el patrón alimentario. Aunque el ejercicio físico es muy eficaz, sin una alimentación saludable acompañante, aquél no produce a largo plazo cambios sustanciales en el peso corporal. Para tratar y evitar el sobrepeso y la obesidad sólo con ejercicio, se necesitaría una práctica muy intensa y duradera que sería muy difícil de cumplir en la mayoría de los casos sin el manejo de educación nutricional.

Rolando Riquelme

     Kinesiólogo

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